Roberto Regal es un tipo especial en el mundo del vino y quizá más aún en el micromundo del vino gallego. Enólogo, colleiteiro, empresario y creador incansable, rara avis en la ribeira sacra y hombre xeitoso (curioso, mañoso en gallego) y honesto en su ancestral oficio. No en vano su abuela ya fue la primera valiente en etiquetar un vino ecológico en la Ribeira Sacra, que fue también el primer vino con ese marchamo en toda la viticultura gallega. Su amor por Galicia y más concretamente por su hermosa comarca, la ribeira sacra alta, le hizo apostar desde el primer minuto por un cultivo sostenible y biodinámico, por salvaguardar la tierra de sus ancestros y las variedades autóctonas de la uva, y por aprender de sus mayores los secretos de esta cultura que en estos parajes es vida.

Entre los bancales imposibles repartidos por las abruptas colinas que caen hacia el río Miño, Roberto Regal busca los mejores lugares donde llevar a cabo su proyecto y recupera otros antiguos viñedos, auténticos tesoros para el viticultor sensible al patrimonio natural que le rodea.

Roberto Regal lleva desde niño con su familia en los viñedos de la Ribeira Sacra, una zona rural con despoblación y pocos niños. En una de esas ocasiones lo animaron a llamar al niño del puente (Neno da Ponte, en gallego) que se veía sobre el río Miño. El niño respondió a su grito. Así fué como Roberto descubrió su eco.